Los OMG están patentados. Las patentes son el “Terminator” legal. La reproducción se convierte en el monopolio del cartel de plaguicidas que se ha apoderado de la industria semillera. Los OMG son clones plaguicidas patentados. Apoyo el trabajo de Séralini y sus colegas. Han roto la «omertà» [ley del silencio, como en la mafia] de la industria de la muerte. Cualquier gobierno sensato prohibiría inmediatamente los “OMG plaguicidas” y acabaría con el control de la industria de los plaguicidas sobre las semillas. Ya se ha perdido suficiente tiempo y energía en esta tecnología sin futuro.
Jean-Pierre Berlan, ex director de investigación, INRA, Francia