No existe un consenso científico sobre la seguridad de los cultivos y alimentos modificados genéticamente (MG), sostiene una declaración emitida hoy por un grupo internacional de más de 90 científicos, académicos y médicos.
La declaración es una respuesta a las recientes aseveraciones hechas por la industria de semillas MG y algunos científicos, periodistas y comentaristas afirmando que existe un “consenso científico” sobre la seguridad de los cultivos y alimentos MG para la salud humana y animal y el medio ambiente. La declaración califica estas afirmaciones de “engañosas”, y añade que “el supuesto consenso sobre la seguridad de los OMGs no existe”.
“Estas afirmaciones pueden situar a la salud humana y ambiental bajo un riesgo injustificado, y crear una atmósfera de complacencia”, declara la dra. Angelika Hilbeck, presidenta de la Red Europea de Científicos por la Responsabilidad Social y Ambiental (European Network of Scientists for Social and Environmental Responsibility (ENSSER)), y una de las personas firmantes. “La declaración destaca la diversidad de opiniones sobre los OMGs entre la comunidad científica y sobre los, a menudo, resultados contradictorios o no concluyentes de los estudios sobre la seguridad de los OMGs. Estos incluyen efectos tóxicos en animales de laboratorio alimentados con alimentos MG, el incremento en el uso de pesticidas asociado al cultivo de OMGs y los impactos inesperados sobre organismos beneficiosos o no-objetivo resultantes de los cultivos Bt MG”, continúa la dra. Hilbeck.
En lugar de esta imagen variada y compleja, un grupo de personas, todas del mismo ámbito, afirman de forma arrolladora, que los cultivos y alimentos MG son seguros. Quedan sin resolver muchas cuestiones, y en algunos casos, hay serios motivos para la preocupación.
El profesor C.Vyvyan Howard, un toxipatólogo médico de reconocido prestigio radicado en la Universidad de Ulster, y firmante de la declaración, afirma: “un número sustancial de estudios sugieren que los cultivos y alimentos MG pueden ser tóxicos o alergénicos. A menudo se dice que millones de americanos ingieren alimentos MG sin sufrir daños. Sin embargo, en Estados Unidos no se etiquetan los productos MG y no se han llevado a cabo estudios epidemiológicos. No hay manera de saber si las tasas de enfermedades crónicas que van en aumento en el país pueden tener algo a ver con el consumo de OMGs o no. Por lo tanto, esta afirmación no tiene base científica”.
Los firmantes de la declaración exigen el cumplimiento del principio de precaución con los alimentos y cultivos MG que se ha acordado internacionalmente en el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad y en el Codex Alimentarius de Naciones Unidas.
Al comentar la declaración, uno de los firmantes, el profesor Ernst-Ulrich von Weizsäcker, copresidente del Grupo Internacional de Recursos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y del Club de Roma, dijo: “el futuro de la alimentación y la agricultura es uno de los mayores retos de la humanidad en el siglo XXI. La afirmación de que existe un consenso sobre la seguridad de los OMGs lleva a confusión, y tergiversa la evidencia científica, que es plural y no concluyente. A la hora de tomar decisiones de incumbencia mundial, el conjunto de investigaciones científicas debe tenerse en cuenta en debates abiertos, transparentes y honestos que involucren a la sociedad en su totalidad. Esta es la responsabilidad de los científicos, y de la ciencia”.
Otro firmante de la declaración, el profesor Brian Wynne, director asociado y coinvestigador principal entre el 2002 y el 2012 del ESRC Centre for the Economic and Social Aspects of Genomics, Cesagen, en la Universidad de Lancaster, dijo: “Es engañoso o irresponsable que alguien afirme que hay un consenso en estos aspectos tan importantes. Muchas de las cuestiones más importantes siguen sin ser respondidas, mientras que científicos independientes siguen investigando y publicando sus resultados en la literatura científica internacional. De hecho, la respuesta a muchas de las cuestiones de interés público más importantes ha sido desatendida dada la falta de equilibrio en la financiación de las líneas de investigación que aportan luz sobre la seguridad de los OMGs en beneficio de la promoción científico-comercial de esta tecnología”.
ENSSER publica esta declaración la semana siguiente a que el Premio Mundial de la Alimentación sea otorgado a empleados de las multinacionales de las semillas MG Monsanto y Syngenta. Este galardón ha provocado la indignación a escala internacional y constituye un marcado contraste con las recientes regulaciones que, en muchos países, se han adoptado con el fin de restringir o prohibir el uso o comercialización de ciertos cultivos MG. Estos países incluyen 9 países europeos y México, pero también países en vías de desarrollo como Bangladesh, Filipinas o Índia, donde el Comité Técnico Experto de la Corte Suprema ha recomendado una moratoria indefinida a los campos experimientales a cierto abierto a menos que se den una serie de requisitos que incluyen una evaluación de la seguridad apropiada. Además, la aprobación de varios OMGs está impugnada legalmente en Argentina y Brasil debido a las dudas sobre la base científica de dichas aprobaciones. En la mayoría de los casos, dichas impugnaciones subrayan la falta de seguridad y el deficiente monitoreo.
La lista de firmantes de la declaración incluye prominentes y respetados científicos como el dr. Hans Herrer, un antiguo galardonado con el Premio Mundial de la Alimentación y laureado con el Premio Nobel Alternativo de este año, y el dr. Pushpa Bhargava, conocido como el padre de la biotecnología moderna en Índia.
El documento está abierto a nuevas adhesiones, por lo que se invita a todos aquellos que quieran mostrar su apoyo a firmar en: www.ensser.org