El segundo tribunal europeo revocó el viernes la decisión de la Comisión Europea de autorizar el cultivo y comercialización de una patata modificada genéticamente desarrollada por el grupo químico alemán BASF.
El Tribunal General de la Unión Europea declaró que la Comisión había vulnerado la normativa del bloque al aprobar la patata Amflora, una variedad modificada genéticamente para producir abundante almidón para consumo de la industria papelera.
Aunque la patata Amflora ya no se cultiva en Europa – BASF retiró el producto en 2012, citando la oposición a la tecnología –, el fallo plantea nuevas preocupaciones sobre el complejo y muy criticado sistema de aprobación de cultivos transgénicos de la UE. “Dado que la Comisión ha incumplido de forma significativa sus obligaciones en materia de procedimiento, el Tribunal General ha anulado las decisiones relacionadas”, indicó el tribunal.
Ni la Comisión ni BASF quisieron hacer comentarios de forma inmediata. La inesperada aprobación de la patata Amflora fue una de las primeras decisiones adoptadas por el entonces comisario de Sanidad de la Unión Europea, John Dalli, quien asumió el cargo en febrero de 2010. Dalli fue obligado a dimitir de su cargo en la Comisión el año pasado, acusado de recibir un soborno de una empresa tabacalera.
Amflora constituyó la segunda planta transgénica aprobada para su cultivo en Europa, lo que motivó una airada reacción de activistas medioambientales y grupos de consumidores firmemente opuestos a esta tecnología. También llevo a Hungría a presentar un recurso legal contra la decisión, que fue apoyado por otros países de la Unión Europea contrarios a los OMG, entre ellos Francia, Austria y Polonia. La Comisión propuso por primera vez el cultivo y comercialización de la patata transgénica Amflora en 2007, tras una evaluación científica positiva de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).
Ante la falta de una decisión por parte de los ministros y funcionarios del gobierno de la UE para aprobar o rechazar la propuesta, la Comisión ejerció su derecho a conceder la autorización unilateralmente en 2010. Sin embargo, el fallo del Tribunal General determinó que tras la publicación de un dictamen científico actualizado por parte de la EFSA en 2009, la Comisión debería haber presentado nuevas propuestas para su aprobación por parte de los gobiernos de la UE, en lugar de simplemente adoptar su versión de 2007.
“La Comisión ha infringido las normas de procedimiento de los sistemas de autorización de OMG de la Unión Europea”, concluyó el tribunal.
Actualmente, en Europa solo se cultiva de manera comercial un OMG: un maíz resistente a los insectos desarrollado por Monsanto, que se cultiva en alrededor de 100.000 hectáreas (247.000 acres), principalmente en España. Esta cifra es minúscula comparada con los 170 millones de hectáreas de cultivos transgénicos que existen aproximadamente en el mundo, principalmente en el continente americano y partes de Asia.